domingo, 31 de agosto de 2014

Boda de cuento en el Hotel Aguirre - Navarra

Ya ha pasado casi un mes desde la boda en el Hotel Aguirre. Un lugar con tanto encanto como gusto por la alta cocina.
Perdido entre vegetación, el "Aguirre" nos pareció el sitio perfecto para adaptarlo al gusto y a la personalidad de los novios. Natural, tranquilo y silencioso... Un rincón en el que perderse del ajetreo de la ciudad.

Ella, divertida y romántica. Él, elegante, siempre atendiendo al más mínimo detalle. Desde el primer momento supimos que el trabajo de modificación y adaptación iba a ser importante. Los novios querían un lugar acogedor, en tonos pastel y blanco que evocara un cuento. Pero ese es el trabajo de La Demi Mandarine, así que nos pusimos a ello.

El hotel dispone de una carpa de cristal muy luminosa con un muro de ladrillo visto y vigas cruzadas en el techo. El aspecto inicial recuerda al concepto industrial, tan de moda en la actualidad. Nos gustó y quisimos aprovecharlo. El suelo, de baldosa marrón se cubrió por completo con una moqueta en color crema para conseguir ese efecto acogedor y luminoso deseado por los novios.


Carpa/ salón inicial
Jardines del hotel


Inicio de las decoraciones del salón
Decoraciones más avanzadas






















Por su parte, el techo se adornó con telas de diferentes texturas y estampados. Con caídas desiguales, algunas incluso haciéndose un ovillo en el suelo. Y el resultado fue muy positivo. Nos encantaba el efecto de bosque que creaban las telas pero se quedaba demasiado blanco, demasiado uniforme. Encontramos la solución en las cintas de color anaranjado que quedaban ideales combinadas con las flores.


Telas con diferentes estampados y texturas


Las cintas aportaron pinceladas de color



Además, del techo se colgaron 200 porta-velas de cristal soplado en forma de bola distribuidos de forma homogénea por la sala. Y otras 200 flores a modo de cascada sobre la mesa nupcial para crear un punto de atención y dar protagonismo a la pareja. Las 200 flores se componían de 150 rosas en tonos blancos y mandarina y 50 orquídeas blancas.



Cascada de rosas y orquídeas sobre la mesa nupcial




Porta-velas de cristal soplado




La elección de las flores para la cascada tuvo que ver con la decoración de los centros de mesa. Peceras de cristal de diferentes tamaños en las que se creaba un pequeño "buquet" con orquídeas blancas y rosas en tono mandarina diseñadas por nuestra florista Esther (Flor Esther en Pamplona). En el exterior, sobre la mesa, se dispusieron de forma desordenada pétalos de las mismas rosas que componían el centro.



Centros de mesa











La mantelería blanca fue la elegida. Y para los que ya conocéis nuestra predilección por las sillas, no podía ser de otro modo que estuvieran presentes las Tiffany. Doradas en este caso, con los cojines blancos fueron la guinda al perfecto equilibrio de colores.

El resultado, un salón acogedor con ciertos carices de fantasía a la par que elegante que conjugaba a la perfección con la personalidad y el gusto de los novios.




Perspectiva del desde el ala oeste





Perspectiva del salón desde abajo




Perspectiva del salón desde la mesa nupcial


¡Esperamos que os haya gustado esta decoración! No os perdáis el próximo post en el que hablaremos de  cómo se transformó el jardín de la ceremonia y la zona del aperitivo.

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